lunes, 6 de junio de 2011

Scary stuff. // Sobre el día 13.

Sometimes I wonder about myself...

Hoy estaba con Alex en +kota (¿cómo rayos se escribe esa tienda?) y vimos un conejito (Oh! Happy Bunday, everybody!). Hicimos algunos comentarios sobre lo acariciable que era, lo acariciamos (duh) y sentimos that wave of cuteness que sólo puede ser producto de acariciar a un conejito. Pero, de repente, empecé a verlo con otros ojos y me sentí muy rara porque, como le comenté a Alex, me di cuenta de que si estuviera yo sola el conejito me daría miedo. "Donnie Darko", dijo Alex, y me reí y me olvidé del asunto, pero la idea me ha estado dando vueltas por la cabeza...

Tal vez me hubiera olvidado fácilmente de mi dilema del conejito si no hubiera pasado lo del perrito. Iba camino de la escuela a la casa y vi un cachorrito en la banqueta, afuera de una recaudería. Conservé la calma y me estacioné cerca, saqué mi bote de croquetas (¡siempre carguen uno!) y me acerqué al perrito. Pregunté si era de alguien (sólo por protocolo - nunca son de nadie) y le serví de comer. Tendría unos 4 meses, estaba flaquito y me dijo la monita que atendía la recaudería que tenía lastimada una patita (la verdad, yo no detecté ninguna herida). De nuevo tranquilamente analicé la situación en la que me encontraba - un perrito necesitaba ayuda; yo estaba dándosela, hasta cierto alcance, y no podía darle más porque mi papá me mata si subo perros al coche. Me "disculpé" con la señorita de la recaudería, me disculpé con el perrito, le dejé más croquetas, le pedí a Dios por él y me fui al coche. Todo con calma y con la cabeza fría.

Enciendo el coche y las manos me tiemblan; avanzo una cuadra y tengo que orillarme de nuevo porque tengo un nudo en la garganta y ganas de llorar. Le llamo a mi mamá para preguntarle qué hago pero se me termina la pila del celular antes de que ella conteste. Me asusto, me desespero, me siento mal, culpable pero impotente, me olvido de que puedo pedir ayuda a mis abuelitos que viven a una cuadra, o al veterinario que está a diez minutos, y me voy.

Afortunadamente, llegué a la casa y le platiqué todo a mi mamá y ella le llamó a mi abuelito, quien salió a buscar al perrito y - yeah! - lo encontró. El perrito se va a quedar esta noche en casa de mis abuelitos, junto con Simón y Leo, un Beagle y un Golden Retriever (que está en adopción, por cierto ;) Informes conmigo :P).


Yo creí que ya había formado un carácter más o menos fuerte para todo esto de los perritos. Han de ser ya como unos 5 ó 6 años que mi mamá y yo no hemos parado de estar con ellos - en las buenas y, sobre todo, en las malas. Y las malas han sido muy malas. Muy muy muy malas, créanme. Pero si mi mamá llora, yo no puedo llorar; yo tengo que analizar la situación, buscar alternativas, darle algo de ánimo, ver lo bueno, ser fuerte... Y yo pensaba que estaba dando frutos, que algo estaba cambiando en mi carácter - heck, antes me soltaba a llorar al ver un perro atropellado; claro que uno tiene que hacerse fuerte si a veces en el trayecto casa-escuela llega a haber hasta 5.

Como sea, no estoy tan segura de estar creciendo. No sé por qué me siento tan a la deriva cuando estoy sola. Come on, ¿tenerle miedo a un conejito? Ok, ok, puede pasar (hay fobias de cualquier tipo...), ¿pero tenerle miedo nada más si estás solo? Estoy igual que hace 10 años cuando me emocioné tanto de que los Reyes Magos me trajeron un Furby pero me moría de miedo cuando era hora de dormir y me dejaban sola con él.

Esto y cómo no fui capaz de pensar en algo para ayudar a ese perrito me traen tantas preguntas a la cabeza... Pero no quiero ni tratar de contestarlas - me voy a dormir. Qué más da ser inmadura una vez más por hoy.



//


El día 13 se trata de "A song that contains your favorite lyrics", pero tendría que hacer como que una lista... Espero tener tiempo; tengo el presentimiento de que hay muchas que valen la pena :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario