domingo, 15 de mayo de 2011

Weirdos.

Ayer me pasó algo curioso.

Iba caminando por la escuela, hacia el CEDETEC Norte para mi curso de Excel. Iba temprano, entonces cuando pasé frente a la biblioteca me detuve a buscar tréboles de 4 hojas en el pasto.

--Now, buscar tréboles es una actividad muy especial para mí. No sólo es algo para distraerme, sino que también como que me pone en paz. Soothing stuff, I tell ya. Es algo que llevo haciendo desde muy pequeña. Recuerdo que un día hace muuuucho tiempo estaba viendo la tele y en una caricatura salió un niño que le enseñaba a su hermana un trébol de cuatro hojas. Ella se emocionaba mucho; le decía lo afortunado que era y le pedía verlo, pero él no se lo mostraba. Entonces se peleaban and stuff y luego se caía el trébol y la niña descubría que sólo era uno de 3 hojas y que su hermano había sobrepuesto una más y por eso no quería que lo viera de cerca.

So, a la pequeña Cristy del pasado le llamó la atención que el trébol de cuatro hojas fuera tan especial. Ella quería ser especial, así que se propuso encontrar su propio trébol. Salió al jardín con su mamá, se sentó en el pasto y... Lo encontró junto a su pie. Sin buscar, sin esfuerzo, sin molestar a las abejas - con ¿suerte?

Se lo mostró a su mamá y juntas lo metieron entre las páginas de un libro para que se secara.

Y así seguí y he seguido siempre, sin buscar tréboles pero encontrándolos; ubicando un área cubierta de tréboles, inspeccionándola y dejando que las 4 hojas salten a mi vista. Yo creí que era lo habitual pero muchas personas me comentan que nunca han encontrado uno, así que ya no sé. (Tal vez sea, más bien, que en realidad no les interesa y no han intentado o dedicado algo de tiempo.)

Antes, cuando era pequeñita e ingenua y no sabía cómo funcionaba el mundo, los metía en la Sección Amarilla... Así que se iban cada año con cada Sección Amarilla que cambiábamos (freaking awesome, huh?). Después empecé a guardarlos en libros de cocina de mi mamá, diccionarios, libros de mi hermano... - la idea era meterlos en libros gruesos y pesados para que se aplastaran bien. Luego crecí y tuve mis propios libros gruesos y pesados - como University Physics (Young & Freedman), que es mi libro oficial de tréboles - así que empecé a tener un mejor control de mi inventario de tréboles de >=4 hojas (tengo también de 5 y de 6).


Ah sí, yo les platicaba algo que me pasó ayer :P So, me detuve en los patches frente a la biblio y observé los tréboles. Encontré 2; me agaché, los recogí y me fui tranquilamente.

Saliendo del curso le llamé a mi mamá y nos dijo que nos veríamos en la entrada cerca del CITEC, así que fui para allá. Ya iba cerca y no vi a mi mamá, pero sí vi a un vigilante parado en donde yo tenía pensado pararme a esperar. Pensando en no invadir el espacio personal del señor, me paré a medio camino y me puse a... No recuerdo, sólo digamos que I was minding my own business. Levanté la vista cuando terminé de escribir y vi al señor caminando hacia mí; pensé "Chin, ¿ahora qué hice?" y me espanté un poco xD Cuando ya estaba cerca me saludó y me preguntó que si sí había encontrado tréboles hace rato, "Sí era usted, ¿no? Enfrente de la Biblioteca. La reconocí por el vestido.", y me platicó que él también busca tréboles ahí y por el CEDETEC (yo también voy allá por tréboles), pero que no encuentra muchos. Le comenté que sí, efectivamente, había encontrado 2 pero que era más fácil encontrar en el CEDETEC porque son más grandes. Me dijo que en el CEDETEC encontró uno de 5 el otro día, respondí que yo también he encontrado de 5 en el CEDETEC y de 6 en prepa.

Hablar con ese señor fue algo muy raro. No soy buena hablando con extraños, y'know? Así que lo evito. Pero esta vez no pude evitarlo, así que tuve que desempolvar mi inteligencia interpersonal. Quienes me conocen sabrán que la conversación me incomodó. Pero en este momento no me refiero a eso (aunque tampoco es posible hacer ese factor a un lado). Lo que se me hace más curioso es cómo dos personas con vidas tan diferentes pueden compartir tal cosa. Quiero decir... Somos tan diferentes que lo único que tenemos en común es que somos humanos y que buscamos tréboles de cuatro hojas. Lo primero nos toca y punto; va, lo compartimos todos. ¿Lo segundo?

¿Señor, usted por qué busca los tréboles?

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